viernes, 14 de septiembre de 2012

Coladas croatas



Rijeka


Trogir


Split


Estampas croatas, verano del 2011

jueves, 1 de marzo de 2012

Mixalis… acogedor? bipolar? músico? en definitiva, raro!



Rodos, martes 26 de enero del 2010


"Finalmente hemos encontrado un lugar en el que pasar la noche, es la casa de un señor llamado Mixalis que nos cobra 10 euros por dormir y es un sitio muy acogedor."


Crónicas Nuxxianas III, "Le grand voyage"




Un montón de gatos de arremolinaban alrededor de Mixalis y se peleaban y saltaban para cazar unos pedazos de jamón cocido que les estaba lanzando, era todo un espectáculo ver aquello. Atenea y yo asombrados y por intentar abrir una conversación lanzamos al aire…


- Mixalis, que bonitos! son tus gatos??

- En absoluto chicos! en realidad odio a todos estos gatos! les odio desde lo más profundo de mi corazón

- Ah, vaya… y entonces, porque les alimentas??

- Pues porque vienen aquí todas las noches y empiezan a maullar y a hacer ruido y no se van nunca hasta que les echo de comer.

- Anda! y nunca te has preguntado porque siguen viniendo, no?


Recuerdos

miércoles, 22 de febrero de 2012

Ola de calor



Croacia, 14/7/2011

Estampas

jueves, 16 de febrero de 2012

Autobuses

Ir en autobús por Barcelona es un placer. Bueno por Barcelona o cualquier otra ciudad que ya conozcas. Aquí se en que parada bajar, la linea que tengo que coger e incluso puedo distraerme leyendo sin miedo a pasarme de largo o simplemente mirando por las ventanas, en especial esos días en que llueve y la ciudad parece gris y antigua. Conozco las calles y los recorridos, no como tantas otras veces en ciudades lejanas que paras cualquier autobús para informarte de como ir a un lugar u otro y cuanto vale. Normalmente siempre preguntas a varios conductores hasta que llegas a tu linea buena y entonces preguntas al conductor el precio del billete o donde te tienes que bajar. Si encuentras a alguna persona que te avisa de la parada ya no te separas de ella. Como en Encarnación de Paraguay donde debíamos ir hasta Trinidad y las mujeres del lugar nos avisaron mientras andábamos algo perdidos porque se nos colaba algo el guaraní. En Venezia era mucho más fácil con los "vaporettos" ya que el barquito hace para en todas las paradas, mi "vaporetto" era cualquiera que pasase por el "canalazzo" y mi parada San Stae. En las ciudades de Brasil tomé muchos autobuses, y recuerdo con odio como aquella barrera giratoria (y diminuta) me hacía encallar con la mochila que llevaba a la espalda. En cambio no cogí tantos autobuses en Thessaloniki donde vivía en el centro y tan solo cogía el 12 para ir a visitar a mi amiga Efi a su barrio Kato Toumba. En Tirana los autobuses eran reaprovechados de desguaces de otras ciudades europeas. Y en Skopje no hay paradas si no que subes y bajas donde quieras. Igual que en muchas ciudades americanas, donde hay "micros" que son como furgonetas de 8, 9 o 10 plazas urbanos o interurbanos. Algo sorprendente lo vi en Calama (Chile) donde por primera vez vi que los autobuses eran simples coches con números, como taxis con siempre el mismo recorrido, mi amigo Marco me dijo que eran muy comunes allí. Y aquella otra vez en San Carlos de Bariloche, que debíamos tomar un autobús hasta la estación central y era de madrugada volviendo de fiesta cansados y alcoholizados y no sabíamos ni cual tomar ni donde bajarnos. Hay ciudades con los billetes de autobús súper caros como Londres y otras como Buenos Aires donde está más que asequible, el problema de esta última es que sólo se paga con monedas en una máquina y no hay demasiadas monedas en Argentina. En la ciudad de Lima los autobuses cambian radicalmente según si estás en un barrio rico o uno pobre. Y en Montpellier casi no circulan los festivos y fines de semana. Pero pese a todo siempre es un placer volver a subir en un autobús barcelonés y perderse por la ciudad, aunque yo siga en mis trece con mi bici y esperando que llegue el buen tiempo para no pelarme de frío!


Recuerdos

lunes, 6 de febrero de 2012

Volveremos otra vez



"Dentro de muchos años Fufu, tu y yo volveremos a hacer este viaje y recorrer estas mismas tierras!"


Crónicas Nuxxianas IV, "Sobre nuevas tierras... bajo otros cielos"

domingo, 6 de noviembre de 2011

Frío, lluvia y brujería

Montpellier, miércoles 29 de octubre del 2008


"Llevamos un par de días más chungos por el tiempo, ya que las lluvias de la semana pasada han vuelto y aunque con menos intensidad estas vienen acompañadas de algo de frío. Me hacen pensar que mejor sería dormir con la puerta cerrada ya que ahora el fresco de la mañana se alarga hasta mediodía y se confunde con el de la tarde."



Montpellier, jueves 30 de octubre del 2008


"Hace frío en Montpellier, y eso que en casa de Mme Delhon estoy algo resguardado del aire y del viento. Hay mucha humedad porque a cada momento caen cuatro gotas sueltas que humedecen el suelo. La luz del sol es blanquecina al atravesar las nubes.

El frío se cuela a través de la menor rendija, ya sea por debajo de las puertas o transportado a través de la llave metálica que cuelga de la puerta. Todo es bueno para el frío."



Montpellier, viernes 7 de noviembre del 2008


"Milagros del cielo o porque lo haya pedido Arantxa, el bueno tiempo ha llegado de nuevo a la ciudad de Montpellier, en fin, con buen tiempo me refiero a el sol, ya que el frío sigue haciendo y cada día aprieta más. El mal tiempo llegó con una petición de Arantxa y se ha ido por el mismo motivo. Será que tiene algo de bruja esta chica?"



Crónicas Nuxxianas II, "Las huidas y las búsquedas"

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Atrapados en Paraguay



Me pongo algo nervioso cuando llego con el tiempo justo de tiempo (por no decir tarde) a una estación de lo que sea o aeropuerto. Pero aquel día debíamos tomar un bus que nos sacara de Paraguay y nos llevase a la estación de Posadas, donde esa misma tarde (y con muy poco tiempo de margen) saldría un bus hasta Concordia en la frontera con Uruguay. De allí teníamos que cruzar la frontera en un bus municipal, hasta Salto y desde allí llegar a Montevideo y en avión, volver a Europa. Era una cadena de transbordos en el que si el primero fallaba llegaríamos tarde al último, y con ese, perder el avión de vuelta. Y después de todo llegábamos tarde al primer bus, estábamos saliendo con más de una hora de retraso de Encarnación de Paraguay y debíamos (teníamos) bajar en la frontera paraguaya para sellar el pasaporte; cuando de estas el autobús se fue sin nosotros y teníamos que esperar al siguiente quizás durante una hora más.


Recuerdos