Paseo a la vera del mar

Venezia, miércoles 21 de marzo del 2007

"Ayer di un paseo nocturno hasta San Marco y tuve la ocasión de ver la piazza bajo el nivel del mar."

Crónicas Nuxxianas I, "Los días de Ca' Forno"

Siempre recordaré la primera vez que vi el acqua alta en Venezia. Llegar por la noche y ver la plaza desierta con todas las luces de las procuratie reflejándose en el agua de la laguna, era tan bonito! Desde allí paseé por los soportales mientras pude hasta llegar a la piazzeta y empecé a saltar de pasarela en pasarela llegando hasta la torre del reloj. Encontré a mi amigo Robert de Leipzig, había salido a hacer unas fotografías y se encontró con aquel espectáculo. Después de esa ocasión vi muchas otras veces más el acqua alta pero ya ninguna me dejó sin habla como aquella primera vez. Quizás recuerdo también con cariño aquella otra vez, ya en una cálida noche de mayo, en que junto a Efi decidimos descalzarnos y pasear por aquella orilla del mar que tan rápido se improvisaba tantas tardes y noches. El contacto con el agua de la laguna fue extraño, no dejaba de ser una de las cosas más sucias que jamás vería pero no por ello la plaza dejaba de estar repleta de turistas que al igual que nosotros querían refrescarse y hacerse una fotografía. Al andar por la piazza bajo el agua descubres que esta no es plana y que en unos lugares el agua te llega por los tobillos mientras que en otros tienes que remangar te los pantalones hasta casi la rodilla. También y no se si por el pulido de la piedra o la suciedad de esta o del agua pero las losas de San Marco eran algo deslizantes. Lo que no sabía es que al secarse los pies con aquella agua tan sucia iban a oler tan mal después los pies. Aún con todo aproximadamente un mes más tarde y contra todo pronostico me encontraría nadando en las infectas aguas del Canal Grande a la altura de Rialto.

Recuerdos

Escapada a Sète

Cap d'Agde, lunes 19 de mayo del 2008


"Esta noche el cielo está despejado, pero ya ha llovido mucho y creo que desde que aterrizamos en Francia sólo hemos tenido un par de días bien soleados. Uno de ellos ayer, en que aproveché con Jorge, Vanessa, Salvatore y Angelica para ir a Agde y Sète. Son pueblos majos. Sète el lugar donde debería haber ido es una muy bonita ciudad con canales. Estuvo muy bien, aunque para el tiempo libre que tengo, y aún más, el que acabo aprovechando, el lugar da igual. El Cap d'Agde es una prostitución turística. Pero estoy aquí y eso es lo que toca, al menos por doce días más."

Crónicas Nuxxianas II, "Las huídas y las búsquedas"

500 euros

Thessaloniki, domingo 8 de noviembre del 2009

Aún puedo recordar como aquellos billetes mojados me engañaron en un primer momento. Como tantas otras veces había creído que se trataba de alguna publicidad o algo por el estilo, pero aún así me agaché y al cogerlos pude ver que estaban impresos por las dos caras. Dije a Tati que parecía dinero de verdad y entonces presos de una paranoia empezamos a ver ojos que nos vigilaban por todas partes. Aunque esos ojos no existiesen ni estuvieran en ningún lugar. Simplemente habíamos encontrado unos billetes en medio de la calle, no sabíamos cuantos ya que enseguida me los guardé en el bolsillo como si mi mano no fuera suficiente como para retenerlos, como si fueran a volar a otro lugar. Nos metimos en un portal para inspeccionar mejor la mercancía sin ser vistos, aquello eran billetes de verdad y había unos cuantos, todos de 50 euros. Dicen que el dinero no da la felicidad, pero nosotros estábamos exultantes y fuimos a comprarnos algo así que nos metimos en una tienda de rockers y punks y cogimos un par de camisetas, las primeras que nos gustaron. Fui a probármela al probador y allí conté el dinero, eran diez billetes de 50 euros, acaban de caernos del cielo 500 pavos!

Recuerdos

"Por otra parte el viernes tuve uno de los mayores golpes de suerte de mi vida. Encontré 500€ por la calle, increíble pero cierto! Iba con Tatiana y repartimos el dinero a partes iguales."

Crónicas Nuxxianas III, "Le grand voyage"

El salto

Montpellier, domingo 25 de enero del 2009

"Aún y así el calor llega y los días largos y no hay que hacer nada especial ni irse muy lejos para descubrir que lo mejor de la vida está en vivirla tal cual, sin hacer grandes proezas. Conocer gente y esperar que los días y el tiempo hagan de las suyas. Porque la intensidad de la vida la marca cada uno y la incertidumbre de los días que llegarán es precisamente la aventura de la vida que me espera."

Crónicas Nuxxianas II, "Las huídas y las búsquedas"

El fin de la habitación roja

Thessaloniki, martes 9 de marzo del 2010

"Deshacer mi cuarto ha sido tan extraño! cada momento que he pasado ahí. Vaciar los armarios y remeter todo en mi maleta. La estantería que poco a poco ha crecido, con ladrillos y tablas recogidos de la calle está ahora vacía. Las fotos y postales, que fiesta tras fiesta y viaje tras viaje han ido extendiéndose por la pared como una plaga. Ahora ya nada. Aún recuerdo cuando vi mi cuarto por primera vez, vacío, con unas paredes horribles, sin personalidad e incluso frío. Me estuve tapando algunos días con una sábana infecta que encontré por casa, y mi almohada era mi propia chaqueta, menos las noches que hacía más frío en que también me tapaba con mi chaqueta y usaba de almohada mi ropa sucia. Incluso he recordado cuando fui a IKEA con Guille para comprar el globo de papel que después pinté de rojo para darle un toque de color y de calor."

Crónicas Nuxxianas III, "Le grand voyage"

Bulgarocracia

Sofía, jueves 29 de octubre del 2009


"Ha sucedido una catástrofe en el viaje. Toni perdió o le robaron el DNI en el tren anoche, me desperté a eso de las 3 con las voces de unos y de otros y con los guardias que nos impedían seguir adelante si no teníamos pasaporte o carnet de identidad. [...] Estuvimos en un pueblo llamado Ruse durante unas tres horas, del que no salimos de la estación a causa del frío que hacía. Y a las 6:00 cogimos el mejor tren de los Balcanes, dirección a Sofía, donde hemos llegado pasado mediodía con la intención de tramitar los papeles para subir esta misma noche a Bucarest. Pero en la embajada no hacen nada si no es con denuncia previa, y la denuncia no se puede hacer sin un traductor, y el traductor llegará mañana, y como muy pronto los papeles llegarán el martes o el miércoles... Conclusión, me tengo que ir acostumbrando a esta ciudad, estamos atrapados por la burocracia."

Crónicas Nuxxianas III, "Le grand voyage"

Recuerdo como a Toni se le acabó el crédito de la cabina de teléfono sin que hubiera cerrado la operación que estaba haciendo. Entonces se puso como loco y con el auricular aún en la mano empezó a descargar un montón de golpes brutales sobre la cabina. Trozos de teclas, auricular y otras piezas de plástico y metal iban saltando a medida que Toni destruía con sus manos un teléfono en el centro de la capital búlgara. Cuando hubo descargado toda la tensión llevábamos acumulada durante aquel largo día y con su mano sangrando por los golpes; volvió en si, sonrió y dijo algo como "venga cari, hay que comprar otra tarjeta".

Recuerdos

Estresados

Napoli, 13 de mayo del 2007

"Nápoles es una ciudad brutal en todos sus sentidos!! Es brutal en su violencia, en que es impresionante, en su complexión, por su gente y por su tráfico. El desorden romano está aquí multiplicado por dos cientas mil millones de veces y aún puedo hablar que me quedo corto. El centro de la ciudad tiene semáforos pero rara vez sirven de algo. [...] La gente va de un lugar a otro cruzando los carriles sin mirar y pitando a cada momento. Las callejuelas están repletas de niños que juegan a la sombra de los edificios."

Crónicas Nuxxianas I, "Los días de Ca' Forno"

Niebla en Lido

Venezia, miercoles 28 de febrero del 2007

"Poco a poco la vida entra en una rutina "normale". No se puede decir que haga muchas cosas estos días, me dedico a ir a clase y a salir con la gente. Efi se ha concienciado a enseñarme griego y se ha puesto con las clases en serio, [...] aunque ayer no hubo clase y fuimos al Lido a recoger petxinas."

Crónicas Nuxxianas I, "Los días de Ca' Forno"

Recuerdo como durante aquellos días hacía mucho frío y casi todas las tardes teníamos mucha niebla. En la ciudad quedaba todo desértico ya que aunque no lloviese la niebla te calaba e impedía que vieses más allá de unos pocos pasos más adelante. Aún así tenia su encanto ya que anochecía temprano, y la luz naranja de los faroles se reflejaba en las losas humedecidas de las calles y los campos de la ciudad. Aquella tarde en el Lido vi una de las nieblas más densas que recuerdo de mi estancia en la laguna.

Recuerdos