domingo, 10 de octubre de 2010

La casa de las niñas

Recuerdo grandes momentos en aquella casa. El despertar que no llegaba nunca, remoloneando entre aquellas sábanas pesadas y gordas. Aquel cabezal de hierro forjado. El suelo de parquet en la habitación de Sandra. El calor. Aquella cocina siempre tan concurrida. El balcón donde me cortó el pelo provocando el enfado de los vecinos. El ver películas en el salón. Maxime y yo y nuestras peleas por fregar platos. La luz de un sábado por la mañana cuando te ibas a dormir cansado. El sudor al compartir cama y tantas otras cosas. Las tardes enteras preparando y creando cenas. Cuando mientras fregaba platos Atenea me leía cuentos de Cortázar. El equivocarme siempre sobre cual de los dos interruptores del pasillo era del baño. El sofá donde me dormía las siestas con Guille. Las peleas de cojines.

Pero quizás recuerdo con más cariño aquella luz a primera hora de la tarde, con aquel silencio sólo interrumpido por el reloj de pared que había en la cocina y del que colgaban las especias que Camille trajo desde Istambul, entonces parecía que no no necesitaríamos nada más para ser felices que el tiempo podía detenerse allí con nuestro té de manzana observándonos.


Recuerdos

4 comentarios:

  1. q bonito.... como hecho de menos todo eso

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  2. Eeeeeeeeeeeeeeeei, Kike!!!

    Sóc el Roger, l'Izo. Acabo de descobrir el blog!!! Tu què, no pares de viatjar? XD

    Que vagi tot molt bé!!!

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  3. no necesitabamos mas para ser felices.

    recuerdamos q nuestra caja de musica preferida tb solia romper el silencio...
    echamos de menos esa vida.

    los jamones espanioles son losz mejores del mundo!!!

    eskerrik asko por todos esos momentos.

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  4. Que bonito te ha quedado el blog Kikenuxx.. y que bonito post.. jo.. nadie podría haberla descrito mejor...

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