La ciudad del lago

Ioannina, lunes 1 de marzo del 2010

“El viaje ha tenido algunos cambios. Como se ve hemos empezado visitando Ioannina, ya que ayer fuimos a dormir a las 3 y hubiéramos dormido 4 horas y como todos estábamos muy cansados hemos decidido hacer noche aquí y después visitar Corfú […]. Nos separan unos 80 kilómetros del Adriático y todo el centro de Ioannina es muy bonito. Me recuerda mucho a Ano Poli de Thessaloniki. Después tiene el Kastro o fortaleza que construyó Alí Pachá entre 1795 y 1815, es precioso ver el lago con las montañas nevadas. Nunca hubiera dicho en en Epiro había montañas tan altas. Hay altas montañas por todas partes y en un hueco en ese circo de montañas está el lago, y a orillas de ese lago está Ioannina”

Crónicas Nuxxianas III, “Le grand voyage”

Primera visita a Novi Sad

Novi Sad, domingo 21 de febrero del 2010

“Novi Sad, definitivamente es un pueblo precioso. Si, digo pueblo aunque la verdad tiene 300.000 habitantes, pero eso es lo que hay. El centro tiene un estilo de arquitectura muy parecido al de Europa central. […] La fortaleza es bonita y desde allí se ve el Danubio, que ya aquí es un río inmenso. Desde arriba Novi Sad no parece más que una ciudad industrial con alguna fábrica e incluso se pueden ver algunos desperfectos de algún bombardeo de la OTAN en 1999, como puentes rotos o edificios a medio destruir. De todas maneras el centro de la ciudad es muy bonito y hemos tenido la oportunidad de visitarlo con una chica con la que contacté a través de couchsurfing, y con la que salimos anoche a tomar algo, fuimos primero a un bar rollo “housero” y después fuimos a un bar en las afueras llamado Route 66 en la que había una fiesta de Drum'n'Bass y allí conocimos a unas chicas muy guapas.”

Crónicas Nuxxianas III, “Le grand voyage”

Recuerdo como Nina, nos llevó a un bar que estaba súper bien. Era algo oscuro y hacía calor, lo cual no iba mal ya que fuera los charcos estaban helados y había nieve por casi todas partes. Allí tras un rato de hablar con extraños encontré a Nikolina, una chica local que hablaba castellano muy bien. Era muy graciosa, porque hablaba como un niño pequeño, podía ver su castellano correcto y de academia salir de sus labios de una manera inocente, sin palabras malsonantes y sin dobles sentidos, realmente muy gracioso! Entonces me imaginé a mi mismo hablando italiano, o francés o peor aún inglés! Y ya no hablemos del serbio del que sólo había aprendido las súper útiles “De razume” y “Volim te” (no estoy seguro que se escriban así, quieren decir “No entiendo” y “Te quiero”). Hablé mucho rato con aquella chica hasta que me tuve que ir, era tarde y nuestro viaje continuaba hacia el norte, me quedé con ganas de conocer mejor a esa chica. Pero lo que entonces no sabía es que el destino me cruzaría con ella tiempo después. En otra casual visita a ese gran país que es Serbia.

Recuerdos

Lisboa, martes 13 de noviembre del 2007

“Esta ciudad es maravillosa. Hay tantas cosas que me sorprenden aún en este mundo, que querrá decir que no se nada! […] En fin, estoy aquí, de nuevo dando vueltas. Creo que me he resfriado un poco pero quizás sea por la falta de sueño, o mejor dicho, el exceso! Bueno de todas maneras Lisboa es una ciudad como Dios manda, si señor! Nada de tráficos infernales, metro en su justa medida, autobuses ordenados, tramvias y un centro histórico que parece anclado desde hace 100 años. Me encantan las casas con fachadas de azulejos, las hay de muchos colores y también con dibujos raros y extrañas cenefas. […] Por último y para descansar, me he dado un baño en casa de Nidia algo que no hacia desde mi visita a Atenas en casa de Rania o antes aún en Trieste. Y bien, es que cada vez que veo una bañera en condiciones no puedo resistirme en darme un baño con agua caliente.”

Crónicas Nuxxianas II, “Las huídas y las búsquedas”

El porqué de la llave en mi cuello

Messini, sábado 13 de febrero del 2010

“En Montpellier, en la place Sainte Anne, en una de las calles que suben hacia la rue Foch hay unas ventanas con unas rejas, están a mano izquierda según subes. En esas rejas hay un candado con tres E y una C entrelazadas formando como unas aspas o una figura geométrica rara. Hay dos llaves que abren ese candado, una está en Málaga y la otra perdida en Patra.”

Crónicas Nuxxianas III, “Le grand voyage”

Puedo recordar todavía su cara cuando me dijo que tenía su llave guardada en una caja. Saliendo de Francia no recordaba donde la había puesto y pensaba que la había perdido pero no, al final había aparecido por alguna cajita o algún neceser. Yo en cambio si que la había perdido, hacía ya unos meses en pleno desfase de carnaval. Aquella mañana volviendo hasta nuestra furgoneta donde dormíamos todos juntos me sentí realmente mal, pero quizás era algo que tenía que suceder. Mi amiga Atenea dijo que debería buscar la otra llave que existía y hacer una copia, pero no lo hice, como me dijo una bruja sobre el tema, tuve que hacer un gran sacrificio pero al final las cosas salieron bien.

Recuerdos

Kozani, jueves 13 de septiembre del 2007

"Me he desplazado esta mañana temprano hasta Kozani con Xará, no tenía muchas expectativas, sobre está pequeña ciudad pero en el fondo es maja. No tiene casi nada, pero en ello reside precisamente su encanto."

Crónicas Nuxxianas I, "Los días de Ca' Forno"

Kotor, sábado 27 de marzo del 2010

"Kotor es una ciudad de forma triangular en la que dos lados están rodeados por fosos y el tercero está pegado a una montaña descomunalmente grande, tan alta que la cima se pierde entre las nubes y las brumas que seguramente salen de la vegetación que transpira. Ahora imagina una laguna con forma de trébol de tres hojas toda entera circundada por altísimas montañas y la única salida al mar está en el lugar del tallo de dicho trébol. Bien, Kotor se sitúa en interior de una de las lagunas que dan a un lateral, así que ni por asomo puedes ver la salida al mar y mires donde mires sólo aciertas a descubrir altísimas montañas. [...] La ciudad de Kotor tiene una fortaleza subiendo por la ladera de la montaña a la que se haya pegada y esta muralla serpentea cual reptil por esta ladera como si de una muralla de cuento se tratase, ves los baluartes y las torres perderse montaña arriba entre las nubes como si de un paraje de Tolkien se tratase."

Crónicas Nuxxianas III, "Le grand voyage"

Recuerdo como aquella noche salimos a darlo todo en aquella ciudad, íbamos bien cuajados de vino cuando a Monika se le ocurrió pedir unos "vodkas on the rocks" con un poco de limón exprimido bastante baratos todos ellos. Estuvimos en varias fiestas callejeras en las que dábamos la nota por nuestra escasa altura al lado de todos esos pueblos ex-yugoeslavos, y por lo poco arreglados que íbamos. Fuimos a una gran discoteca llamada "Maximus" que según alguien nos contó era de las más grandes de Europa (decían que era la segunda). Ese lugar estaba situado en el interior de la muralla de la ciudad y consistía de multitud de salas, galerías y pisos. Los "cubatas" eran bastante grandes y valían poco más de 2 euros cada uno, recuerdo poco más de aquella noche. El desfase fue generalizado pero nos lo pasamos bien incluso un dj bastante macarra le dio por ponernos algo de nuestros queridos Prodigy.

Recuerdos

Paseo a la vera del mar

Venezia, miércoles 21 de marzo del 2007

"Ayer di un paseo nocturno hasta San Marco y tuve la ocasión de ver la piazza bajo el nivel del mar."

Crónicas Nuxxianas I, "Los días de Ca' Forno"

Siempre recordaré la primera vez que vi el acqua alta en Venezia. Llegar por la noche y ver la plaza desierta con todas las luces de las procuratie reflejándose en el agua de la laguna, era tan bonito! Desde allí paseé por los soportales mientras pude hasta llegar a la piazzeta y empecé a saltar de pasarela en pasarela llegando hasta la torre del reloj. Encontré a mi amigo Robert de Leipzig, había salido a hacer unas fotografías y se encontró con aquel espectáculo. Después de esa ocasión vi muchas otras veces más el acqua alta pero ya ninguna me dejó sin habla como aquella primera vez. Quizás recuerdo también con cariño aquella otra vez, ya en una cálida noche de mayo, en que junto a Efi decidimos descalzarnos y pasear por aquella orilla del mar que tan rápido se improvisaba tantas tardes y noches. El contacto con el agua de la laguna fue extraño, no dejaba de ser una de las cosas más sucias que jamás vería pero no por ello la plaza dejaba de estar repleta de turistas que al igual que nosotros querían refrescarse y hacerse una fotografía. Al andar por la piazza bajo el agua descubres que esta no es plana y que en unos lugares el agua te llega por los tobillos mientras que en otros tienes que remangar te los pantalones hasta casi la rodilla. También y no se si por el pulido de la piedra o la suciedad de esta o del agua pero las losas de San Marco eran algo deslizantes. Lo que no sabía es que al secarse los pies con aquella agua tan sucia iban a oler tan mal después los pies. Aún con todo aproximadamente un mes más tarde y contra todo pronostico me encontraría nadando en las infectas aguas del Canal Grande a la altura de Rialto.

Recuerdos